domingo, 6 de noviembre de 2011

JUGAR, SENTIR Y APRENDER

ADRIANA PATRICIA SANCHEZ SALGADO.

JUGAR, SENTIR Y APRENDER…

Jugar, sentir y aprender…tres palabras que cobran significado al recordar las actividades que se desarrollan en la niñez, especialmente en el jardín y en el primer grado de colegio, porque es allí gracias a las primeras personas que acompañan a los niños, niñas y jóvenes,  que se favorece el aprendizaje de un mundo nuevo, lleno de materiales novedosos y actividades que permiten el desarrollo dentro de un ambiente también rico en estímulos, donde a partir de la interacción con el contexto y las personas que lo conforman, manipulando además los objetos que lo conforman, teniendo en cuenta forma, uso y acceso.

Desde que nace, el ser humano está en permanente contacto con diferentes personas y ambientes los cuales brindan la oportunidad de obtener de estos la oportunidad de aprender y experimentar. Cuando llega al jardín como segundo escenario de interacción y participación (el primer escenario es el contexto hogareño), se encuentra con diversas oportunidades a partir de actividades que implican movimiento—p. ej., moverse como lo hacen los animales, bailar con la música, jugar con crayones, pintura y otros materiales para actividades artísticas, además puede establecer acciones o juegos de tipo simbólico con objetos “reales”—cajas, sartenes, llaves, se favorecen los primeros acercamientos a la lectura, aun desde  la observación de imágenes de cuentos o acciones, permitiendo al niño desarrollar su creatividad. Es aquí donde retomo el planteamiento de Robert Fulghum 1988, quien en su texto “Todo lo que realmente necesito saber lo aprendí en el jardín infantil”, nos permite identificar toda la riqueza del jardín como contexto propicio para el desarrollo de habilidades y destrezas necesarias para participar en diferentes actividades, respondiendo a una serie de demandas, que trascenderán en la vida adulta tanto a nivel personal como profesional e integrante de una familia, comunidad y sociedad.

Para reconocer la aplicación de este tema a mi tema de investigación, me permito analizar la relación que se establece entre formas de producción artística como son la elaboración de actividades plásticas, la música y la elaboración de historias y la educación inclusiva vista desde la diversidad, donde todos estamos en la misma condición de participar en actividades como las antes mencionadas, enmarcadas en el contexto de primera infancia y educación inicial (jardín infantil).

Mediante el arte y la literatura el niño o niña logra expresar sus ideas, necesidades y sentimientos de una forma más real, permitiéndonos ver la forma en la que perciben el mundo, siendo indispensable no controlar  el resultado o la calidad de los mimos, sino la forma en la que el niño se relaciona con esta forma de expresión. Al  valorar cada uno de los espacios, actividades y aprendizajes que nos ofrece las diferentes formas de expresión artística, encontramos que estas se convierten en la mejor forma de adquirir herramientas para la vida adulta, como:
•          La tolerancia y el trabajo en equipo, porque cada uno de los integrantes del aula de clase se reconoce como diverso, con gustos e interese diferentes que se articulan o confluyen un una misma acción, la construcción de “pequeñas obras maestras”, donde todos los procesos son apreciados y ninguno es rechazado con estigmas de feo o bonito. Independiente de la forma en la que se plasme su trabajo, bien sea escrito o de forma grafica, toda producción es respetada y valorada, iniciando con la incorporación de valores como al cooperación y la solidaridad, pro mencionar algunos.
•          La autodeterminación y el pensamiento flexible,  donde cada niño es capaz de decir que va a  hacer y que va a crear sin detenerse a recibir imposiciones del adulto o sin esquematizarse en una misma imagen. Cuando el niño desea escribir sobre su vida, simplemente lo hace, no se detiene a pensar si la forma  es la más adecuada, si está empleando las reglas o normas ortográficas o si los colores para su pintura son los que corresponden a cada objeto, en el caso de dibujos relacionados con lo que sucede en su vida.
•          Facilitador para la adquisición de habilidades en las diferentes dimensiones del desarrollo, convirtiéndose en  puente entre la capacidad propia y el desarrollo de habilidades para crear, planear o inventar. Al ofrecer actividades donde está involucrada la música o la danza se generan en los niños habilidades determinantes como la escucha, el ritmo (el cual es individual y particular), utilizando su propio cuerpo como forma de expresión de si mismo y ante otros.
•          La adquisición o aparición de respuestas ante estímulos sensoriales, el arte como acercamiento a diferentes materiales brinda al niño la mejor forma de acercarse a ese mundo que lo rodea través del órgano más grande que tiene, su piel, con la cual percibe, accede y genera aprendizajes.
Sin duda podría mencionar muchos otros valores que identifiquen este recorrido, por tanto agradezco  a este seminario, la oportunidad de recordar el valor de todos los aprendizajes adquiridos en mi niñez y como desde mi papel de Terapeuta Ocupacional me convierto en facilitador para el acceso con equidad a actividades lúdicas y artísticas, ofreciendo todos los recursos a fin que lograr que el niño elija aquella que le genera mayor interés y por ende mayor impacto en su desarrollo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario